A la hora que las empresas toman la decisión de cambiar o
adquirir un ERP se enfrentan a un sinfín de factores que influirán en la
compra, como:
- Económicos: desde el punto de vista monetario y de recursos en el tiempo.
- Operativos: problemas en la puesta en marcha.
- Funcionales: cuenta con toda la funcionalidad requerida.
- Adaptativos: la empresa está en constante evolución.
- Proveedores: garantías, conocimiento del ERP (implementación), soporte.
- Usuarios: tolerancia de cambios en su forma de trabajo.
- Infraestructura: la arquitectura tecnológica debe soportar los requerimientos del ERP
- …
Estos factores
son muy importantes, pero para facilitar la decisión es importante conocer cómo
funciona su organización, en otras palabras, se debe medir la dificultad de las
operaciones que tienen, haciendo esto, tendremos los siguientes parámetros:
- ERP estándar sectorizado o ERP vertical
- ERP estándar general o ERP horizontal
- Software a la medida
Teniendo claro en que parámetro se encuentra
su organización, podrá proceder a analizar los factores mencionados
anteriormente.
Para un mejor entendimiento de estos
parámetros, dejare conceptos de estos parámetros.
- ERP estándar sectorizado o ERP vertical
Nos garantiza la especialización del software, la mejora continua de éste bajo la experiencia de cientos o miles de usuarios, el uso de un “lenguaje” natural entre software y usuarios. A cambio, los costes del software y/o implantación son altos, y además, tienen otros costes adicionales de mantenimientos elevados, justificados por consultorías y soporte muy especializado. - ERP estándar general o ERP horizontal
Nos proporciona una experiencia más extensa, pero menos especializada, con multitud de módulos, y unos costes muy reducidos. A cambio, corre el riesgo de una evolución hacia sectores cada vez más divergentes del nuestro y de usar un “lenguaje” nada natural para el usuario. También poseen costes de mantenimiento, aunque suelen ser bajos, debido a un soporte poco especializado en el sector y justificado por un gran número de clientes.
- Software a la medida
Implica una alta especialización, no sobre nuestro negocio, sino sobre nuestro propio modelo de negocio, por lo que el software nos ayudará a realizar mejor nuestras tareas, lo que nos proporcionará gran estabilidad. Sin embargo, solo crece a petición del propio cliente, por lo que mientras no sea éste quien realice las peticiones de mejora, el software no evolucionará, ni en prestaciones, ni en operativa, ni tecnológicamente. Además, no aportará nunca nuevas experiencias a los usuarios, por lo que cualquier cambio en el modelo de negocio, implicará nuevos análisis y desarrollos. Su coste, puede parecer a priori bajo, pero a medio-largo plazo, los costes se disparan. No suele haber costes de mantenimiento, pero la mayoría de nuevos desarrollos, aunque sean simples cambios legales, requieren de inversiones importantes.
Bajo las premisas de esta diferenciación,
determinar si el software que nos interesa ha de ser vertical, horizontal o a
medida, debe resolverse en base a la respuesta a las siguientes preguntas:
- ¿Cuál es la especialización de mi negocio?
- ¿Existen ERP verticales para mi modelo de negocio?
- ¿Estoy dispuesto a adaptarme al software o debe adaptarse el software a mí?
- Los usuarios, ¿son proactivos o receptivos al software? Muchos usuarios son capaces de generar peticiones de mejora de la experiencia del software, sin embargo, otros se limitan a adaptar su operativa y funcionalidad a las nuevas reglas que le vienen impuestas por éste.
- ¿Cuál debe ser el centro neurálgico del erp? ¿Producción, almacén, contabilidad, financiera, …? Aunque todas las áreas son importantes, pensemos que el ERP vertical tiende a resolver mejor algunas áreas (por ejemplo la productiva o de almacén) que otras (como compras, contabilidad, recursos humanos, etc.) dado que están especializados en ésas, y de alguna forma, siendo tratadas el resto como “comparsas” de las principales. En el caso del ERP horizontal no se puede considerar que haya módulos principales y otros secundarios, todos están alineados al mismo nivel.
- ¿En qué áreas de mi empresa tengo cuellos de botella? ¿Administrativos, Logística, Producción, Compras, Financieros, …? El nuevo ERP deberá tratar de resolver y mejorar los procesos que agilicen las tareas en estas secciones de mayor incapacidad.
- ¿Dispongo de tiempo para realizar grandes desarrollos adaptativos del estándar al modelo de negocio que yo necesito?
- Mi negocio ¿es estático o evoluciona constantemente?
- El software que pretendo contratar, ¿evoluciona al mismo ritmo que mi negocio?
- ¿Dispongo de personal que pueda testear el software desarrollado a medida?
Como vemos la elección de un ERP no es nada fácil, no es
solo ver los requerimientos del negocio, sino ir hasta la estructura del
software. Si nos ponemos en el caso de estos tres parámetros (vertical,
horizontal, a medida), notaremos pros y contras, pero lo importante es
especificar un buen coeficiente que nos permita diferenciar las respuestas
entre estos tres parámetros, para que el resultado final nos proporcione un
valor que ayude a tomar la decisión final.
Saludos.